sábado, 11 de febrero de 2012
Crónica de un corte de luz no anunciado...
Y si, señoras y señores... Acá en Rosario, si no sufriste un corte de luz en todo el verano, te miran como a un bicho raro. Es tan común y tan característico, que se está pensado en crear un Tour de Turismo Aventura para los extranjeros que quieran venir a vivir al límite, sin energía eléctrica, en las cálidas horas estivales rosarinas: Trekking por las oscuras escaleras, Supervivencia del más apto, con menor cantidad de agua, Baño sauna callejero, etc...
Obviamente, carecer de energía eléctrica en los edificios también implica quedarse en poco tiempo sin agua, también. Si no se ha sido previsor, y no se ha juntado agua en cuanto tarrito uno encuentre, pueden ocurrir situaciones como ésta... Parezco un beduino extraviado en pleno desierto, pero no: soy yo, clamando por aguaaaaa!!! Agua para lavarme las manos, para cocinar, para el baño... Qué suerte, Luly, que vos no necesitás agua para bañarte...
Lo peor de los cortes, es tener que usar las escaleras. Bueno, le miramos el lado positivo: hacemos ejercicio. Pero NOOOO.... Estoy en un undécimo piso, NI LOCA HAGO EJERCICIO!!!!. Pero, en fin... mi adorada gata Luly se quedó sin alimento balanceado, y visto que, como no va a compartir conmigo la milanesa de soja, no me quedó más remedio que incursionar en las penumbras de la escalera y bajar. Aunque lo peor no fue bajar, sino SUBIR. Y encima, tratar de comprar lo menos posible, para no subir con sobrepeso... Resumiendo: así quedé. Luly, solícita, no sabía si alcanzarme un vasito con agua, abanicarme o llamar al Servicio de Urgencias.
El lado romántico de los cortes: asomarse al balcón en busca de aire y atisbar el horizonte, fantaseando con el príncipe que se arriesgue a escalar 11 pisos sólo para ofrecerme su corazón enamorado.... Pero bueno, por más que miremos y miremos, ni un alma se ve por los alrededores. Estoy como Rapunzel, espera que te espera. Y el Príncipe no llega. Y la luz tampoco.
Finalmente, cuando el milagro ocurre y la electricidad vuelve, uno quiere hacer todo junto: encender las luces, la compu, la radio, abrir las canillas y salir a pasear en ascensor... En mi caso, luego de la falta del vital y líquido elemento, opté por transformar el depto. en una confortable piscina. Tanto que la deseé, ahora la quiero disfrutar, canejo!!!!
Después que el ascensor volvió a funcionar con normalidad, me dieron unas ganas bárbaras de salir a pasear por todo el edificio... Así que la metí a Luly en el mágico aparatito y nos fuimos a dar una vueltita
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